(Investigating Easter: Were the Disciples Simply Influenced by Limited “Spiritual” Sightings?)
En mi calidad de no creyente investigador de los Evangelios, hice una lista de las explicaciones para lo que los autores de los Evangelios informaron en cuanto a la resurrección de Jesús. En ese entonces yo era un naturalista filosófico decidido, así que rechazaba la resurrección como irrazonable. Más bien, creía que tenía que haber una mejor explicación. ¿Estaban los discípulos mintiendo? ¿Se imaginaron la resurrección? Busqué una alternativa más “aceptable”. En años recientes algunos escépticos han ofrecido una de tales explicaciones alternas: Tal vez uno o dos de los discípulos tuvieron una «visión» del Cristo resucitado y luego convencieron a los demás de que estos avistamientos «espirituales» eran legítimos. Argumentan que los avistamientos adicionales simplemente vinieron como respuesta de la intensa influencia de las primeras visiones.
Esta propuesta puede empezar a explicar la transformación de los apóstoles, pero no logra explicar la tumba vacía ni ofrece una explicación de las observaciones de la resurrección que sea consistente con el registro bíblico. No es inusual que un testigo persuasivo influya en las creencias de otros testigos oculares (he escrito en cuanto a esto en Cristianismo: Caso Resuelto, capítulo 4). He investigado un número de asesinatos en los cuales un testigo favorable ha persuadido a otros de que algo ocurrió, aun cuando los otros testigos no estuvieron presentes para ver el evento con sus propios ojos. Pero se pudo distinguir fácilmente a estos testigos persuadidos de aquel que los persuadió una vez que empezaba a pedirles su relato de lo que sucedió. Sólo el que los persuadió poseía los detalles en su forma más robusta. Por esta razón, su relato era típicamente el más comprehensivo, en tanto que los otros tendían a generalizar, puesto que en realidad no vieron el evento por sí mismos. Además, cuando se les presionaba para que repitieran el relato de uno de los testigos persuasivos, los otros testigos a la larga señalaban a aquel testigo como su fuente, especialmente bajo presión. En tanto que es posible que un testigo persuasivo convenza a algunos de los otros testigos de que su versión de los eventos es el relato verdadero, nunca he encontrado a un convencedor que pueda convencer a todos. Mientras más testigos intervienen en un crimen, menos probable es que todos ellos sean influidos por alguno de los testigos oculares, sin que importe el carisma de ese testigo o su posición dentro del grupo. Esta teoría también sufre de todas las debilidades de la afirmación previa de que los discípulos se imaginaron al Cristo resucitado. Incluso si el convencedor pudiera convencer a todos de su primera observación, las visiones subsiguientes en grupo son con todo irrazonables por todas las razones que ya hemos considerado. Hay muchas cuestiones relativas a esa afirmación de que un selecto número de individuos persuasivos convenció de la resurrección a los discípulos:
- Esta teoría no da razón de los avistamientos de Jesús numerosos, divergentes, y a grupos separados, que se registran en los Evangelios. Estos avistamientos se describen específicamente con gran detalle. No es razonable creer que todos los discípulos pudieron proveer detalles tan específicos si simplemente estaban repitiendo algo que no vieron con sus propios ojos.
- Se dice que tantas como quinientas personas estaban disponibles para testificar sus observaciones del Cristo resucitado (1 Corintios 15:3-8). ¿Podrían todas estas personas haber sido influidas para que se imaginaran sus propias observaciones de Jesús? No es razonable creer que un persuadidor persuadió por igual a todos estos discípulos aunque ellos en realidad no vieron nada de lo que se anotó.
- Esta explicación tampoco da razón de la tumba vacía o del cuerpo faltante.
La mayoría de los escépticos que ofrecen esta explicación tienen que ignorar varias piezas importantes de la evidencia bíblica. Muchos reconocen la dificultad de explicar la tumba vacía, así que rechazan esta parte del registro de los Evangelios, aun cuando este aspecto de la narrativa bíblica ha sido consistente de los primeros días del cristianismo. También tienen que ignorar el orden de los testigos oculares del Cristo resucitado. La mayoría de los escépticos concuerdan con que María no tenía la influencia necesaria para convencer a los discípulos de que había visto a Jesús resucitado de los muertos, pero consistentemente se informa que María fue una de las primeras de los testigos oculares de Jesús. ¿Fue ella influida más tarde para creer que vio a Jesús después de que supuestamente le vio alguien de influencia? Si, por ejemplo, Pedro fue la persona que tuvo el avistamiento “espiritual”, ¿qué fue lo que le dijo a María? María, vi hoy a Jesús resucitado de la tumba . . . ¡y tú le viste antes que yo!» Esto es un escenario irrazonable; la teoría del avistamiento «espiritual» ignora el registro bíblico relacionado al orden de los testigos. La verdad de los relatos de los Evangelios y la resurrección de Jesús sigue siendo la inferencia más razonable de la evidencia. Este breve repaso de los asuntos relativos a la resurrección se toma de mi libro Cristianismo: Caso Resuelto. Para más información, refiérase al capítulo 2: Aprenda cómo inferir. Una evaluación completa de la evidencia para la resurrección también se puede obtener en un breve tratado accesible titulado ALIVE.
J. Warner Wallace es un detective de homicidio en casos fríos, Senior Fellow en el Colson Center for Christian Worldview, profesor adjunto de apologética en la Universidad de Biola, y autor de Cristianismo, Caso Resuelto and Fe Forense.
Cuando Wallace aplicó sus habilidades como perito detective a las afirmaciones del Nuevo Testamento, llegó a una comprensión sorprendente: el caso por el cristianismo fue tan convincente como cualquier caso con el cual él jamás había trabajado como detective. El libro Cristianismo: Caso Resulto ofrece una apologética única que habla del interés intenso de los lectores en las historias de detectives. El Cristianismo: Case Resuelto inspira a los lectores a tener confianza en Cristo mientras los prepara para articular el caso para el cristianismo.
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J. Warner Wallace is a Dateline featured cold-case homicide detective, popular national speaker and best-selling author. He continues to consult on cold-case investigations while serving as a Senior Fellow at the Colson Center for Christian Worldview. He is also an Adj. Professor of Christian Apologetics at Talbot School of Theology, Biola University, and a faculty member at Summit Ministries. He holds a BA in Design (from CSULB), an MA in Architecture (from UCLA), and an MA in Theological Studies (from Gateway Seminary).
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